La dieta consciente – The Mindful Diet

Sassi OchoaMindfulness Leave a Comment

Una de las cosas que más disfrutamos las personas es el placer de comer, especialmente en las festividades, a menos que tengamos alguna condición médica que así nos lo impida. Y como nos encantaría poder comer todo, absolutamente todo sin ningún tipo de restricción, verdad?

La realidad es que en la actualidad nuestras necesidades alimentarias están directamente relacionadas con nuestro estilo de vida y las actividades diarias que desempeñamos, y por mucho que queramos no podemos consumir todo lo que queremos.

Se habla mucho de hábitos alimenticios saludables en varios ámbitos, y sin embargo, desde mi perspectiva siento que es más amigable hablar de una alimentación consciente, partiendo de que me invita a ponerle foco a todos los aspectos del arte de cocinar y comer. Esto involucra lo que compro en el mercado, o quizás cultivo en mi huerto, si cocino o no cocino y si disfruto de hacerlo, si prefiero los alimentos cocidos o crudos, frescos o congelados, de cuánto tiempo dispongo tanto para preparar los alimentos como para sentarme a degustar de ellos, que deseo obtener con mi dieta alimentaria: nutrición, placer, bajar o subir de peso, alivio de alguna enfermedad, etc. Con los aspectos que te menciono, solo por citar algunos, mi intención es expandir tu mirada con respecto a la tan satanizada o endiosada palabra “dieta”.

Espero que en el transcurso de esta lectura puedas mirar tu relación con tus hábitos alimenticios y si te están apoyando con tu estilo de vida; no espero convencerte en absoluto sobre ninguna dieta en particular y especialmente compartirte cómo puedes ir evolucionando junto con tu dieta, a través de estar presente y consciente con tu cuerpo, mente y alma.

¿Cómo desarrollar una relación sostenible con tu dieta?

¿Cómo desarrollar una relación sostenible con tu dieta?

Al igual que el yoga y la meditación, los hábitos alimenticios se forman con TU INTENCIÓN y la práctica. Y además debes tener claro que lo que te funcionó en alguna etapa de tu vida, puede ser que ahora ya no.

Cualquiera que ha probado una nueva dieta sabe que es relativamente fácil empezar, y aún más fácil perder fuerza de voluntad y determinación después de algunas semanas o incluso días. Eso se debe a que la mayoría de nosotros no le damos a nuestros nuevos hábitos el tiempo y la atención que necesitan para volverse automáticos, sugieren variadas investigaciones.

En uno de los estudios del European Journal of Social Psychology, los investigadores encuestaron a personas que intentaban adoptar un nuevo hábito durante un periodo de 12 semanas y descubrieron que en promedio necesitan 66 días para que se mantuviera un nuevo comportamiento. 

Eso también lo leí en el libro “El Club de las 5 de la Mañana” de Robin Sharma, mientras trataba de implementar el hábito de levantarme a las 5 a.m. para pertenecer al mínimo y selecto grupo de personas que antes de las 9 a.m. ya han hecho varias cosas de su agenda. Fracasé con rotundo éxito…¿Sabes por qué? Porque aunque la estadísticas arrojan resultados de un grupo humano, la realidad es que tu no eres el grupo sino un individuo y por lo tanto diferente y tus necesidades y resultados podrían variar notablemente.  Algunos afortunados logran formar un nuevo hábito en un tiempo récord de tan solo 18 días, mientras que otros necesitan 254 días según este estudio. La realidad es que aunque yo logré hacerlo por un periodo de 4 meses, finalmente abandoné la práctica, no porque no hubiera logrado establecer el hábito, sino porque le estaba causando sufrimiento a mi cuerpo, cuya tendencia natural es a ponerse activo a partir de las 7 a.m., sencillamente aceptar que puedo ser productiva y que tengo todo el tiempo del mundo para serlo cambió mi perspectiva; y de esta experiencia puedo decirte que por muy saludable que sea un hábito si no se alinea con tu estilo de vida y lo que deseas obtener de esta práctica entonces todos tus esfuerzos se volverán inútiles. 

“Muchos de nosotros renunciamos a los nuevos hábitos que estamos tratando de establecer porque estamos buscando una gratificación instantánea”, dice Jean Kristeller, autora del libro “The Joy of Half a Cookie”. La dura verdad es que crear comportamientos nuevos y saludables puede requerir tanto tiempo, energía y esfuerzo como acabar con los no saludables.

La buena noticia es que el “trabajo” no tiene que sentirse como “trabajo” y menos ser invadido por la monotonía. De hecho un enfoque consciente puede ayudarte a disfrutar el proceso de formar nuevos hábitos alimenticios que están enfocados en lo que deseas crear para ti, ya sea que tu objetivo sea elegir verduras en lugar de carbohidratos para perder peso, disminuir el estrés y prisas para disfrutar tus horas de comida o eliminar las carnes porque no se alinean con tu ética o ideología.

El mindfulness es de gran apoyo para disminuir el esfuerzo y tedio que experimentan las personas al realizar cambios. El mindfulness puede conectarte con formas más poderosas de reemplazar esos viejos hábitos que están literalmente tatuados en tu cerebro.

¿Te gustaría crear nuevos hábitos alimenticios?

Lo que te voy a compartir a continuación, no es un método científico sino una práctica de alimentación consciente, y si sientes que te suma, es toda tuya. Para mi luce como establecer expectativas reales, hacer elecciones intencionales con mis alimentos acorde con mi foco nutricional y desde luego y sobre todo hacer de la experiencia de comer algo totalmente placentero para mi y para las personas para las que eventualmente cocino.

Semana 1: Construir una base

El primer paso para crear un hábito nuevo y duradero es hacerse esta pregunta crucial: ¿Qué comportamiento quiero crear y para qué?. Fijate que en ningún momento estoy sugiriendo que cortes de un tajo eso de lo que quieres deshacerte, más bien la invitación es a nombrar lo que más quieres en tu vida…

Aquí es sumamente importante la compasión contigo mismo, así evitarás las comparaciones con modelos alimenticios inaccesibles para ti y ponerte metas inalcanzables, necesitas un plan “smart” y tu plan debería contemplar los quiebres (en este caso me refiero a que quebrantes tu compromiso) y un plan de recuperación.

Semana 2: Haz una evaluación de cómo está tu digestión

Escribir lo que comes puede ayudarte a saber que alimentos digiere bien tu cuerpo o no. Pasar una semana sintonizando con tu cuerpo y descubriendo cómo los alimentos afectan tu tránsito intestinal e incluso tu estado de ánimo, es de mucha relevancia en tu proceso.

En esta etapa si lo crees pertinente podrías acudir a una cita con un nutricionista, gastroenterólogo, etc. Estoy totalmente a favor de la opinión profesional, pero ¿quién más que tú para saber lo que a tu cuerpo le sucede? Es hora de mirar para dentro…

Aunque no me puedo declarar vegana, vegetariana o etiquetarme de cualquier manera por mis preferencias alimenticias, puedo decirte que cíclicamente cambio de métodos y dietas de acuerdo a lo que mi cuerpo, mis rutinas diarias y mi consciencia me guíen y por supuesto me hago una revisión médica completa.  Actualmente no consumo carnes rojas porque siento que mi cuerpo no las necesita, en cambio consumo pescado y carnes blancas y muchas verduras. De hecho he introducido a mi dieta algunas plantas y frutas que años antes ni siquiera conocía. Además tomo suplementos vitamínicos para suplir las carencias de mi dieta.

Semana 3: Reemplaza viejos hábitos con nuevas rutinas

Semana 3: Reemplaza viejos hábitos con nuevas rutinas

Los hábitos siguen un “bucle” muy específico, según Charles Duhigg, autor del libro “El Poder del Hábito”. Obtienes una señal (por ejemplo a las 3 p.m.), lo que provoca un comportamiento de búsqueda de recompensas (vas a la cocina a tomar una galleta y conversas con tus compañeros de trabajo), y nace una rutina: “3 p.m. pausa para charlar con galletas” y se convierte en tu ritual diario. 

Por lo tanto de lo que se trata es de darte cuenta de los desencadenantes de tus patrones y descubrir las maneras de cómo recompensarte a ti mismo de nuevas maneras.

En el momento en que tu impulso o hábito te golpee la puerta, escribe lo que está sucediendo:

  1. Tu ubicación (Dónde estás? trabajando en tu escritorio, conduciendo, en casa…)
  2. Tiempo (que hora es?)
  3. Estado emocional (triste, aburrido, estresado)
  4. Otras personas (amigos, familia, pareja, compañeros de trabajo)
  5. Y la acción que inmediatamente precedió a tu impulso (terminaste algo, una llamada telefónica difícil, empezaste a ver una película)

Después de 3 días debería quedar claro que está provocando tu respuesta automática. Entonces reflexiona sobre lo que de verdad te genera placer es la galleta o la compañía de tus amigos? 

Ahora que tienes consciencia, elige otro snack que se ajuste a lo que deseas, unas deliciosas fresas por ejemplo.  

Semana 4: Manejar los obstáculos

Semana 4: Manejar los obstáculos

Algo que no te he mencionado hasta ahora y que es de suma importancia son tus aliados: la meditación, un health coach, tu pareja, un amigo, el ejercicio, un chef personal ¿qué más se te ocurre para no emprender este proceso solo?

Es posible que en tu camino se presenten obstáculos y la manera en que respondas y con qué o quién te apoyes te ayudará a mantener el rumbo. Tu sistema de apoyo es fundamental; si se trata de personas, asegúrate que sepan cuáles son tus metas para que puedan sostenerte cuando tú desmayes en tus intentos…

La respiración consciente y el mindfulness es una herramienta poderosa para estar en tu centro y conectad@ con TU INTENCIÓN.

Semana 5: Diviértete más con tu comida

Es muy probable que te estés aburriendo con tus opciones para cada comida. Divertirte mientras cocinas y/o comes es crucial para mantenerte motivado a continuar con este hábito.

¿Qué tal intentar esto? Invertir en un nuevo utensilio de cocina como un procesador de alimentos por ejemplo, acude a un nuevo supermercado para comprar tus alimentos, visita una granja y pregunta si puedes cosechar algo pagando por ello, inventa un nuevo dressing para tus ensaladas, busca fotos de comida saludable y rica en Pinterest e inspírate para animarte a hacerlo tu mismo.

Aquí me gustaría contarte que una de mis pasiones es cocinar, aprender y desaprender nuevas maneras de alimentarse. Y hace algunos años tuve la bendición de coincidir en el camino con Dulce Jimenez, Chef y Health Coach, y una mujer sumamente divertida, que además de enseñarme nuevas y saludables recetas, maneras óptimas de almacenar y conservar alimentos crudos  o cocidos, también me ayudó a perfeccionar mis destrezas al cocinar, variadas y deliciosas recetas sin necesidad de proteínas animales.

Te invito a visitar su página web para que te familiarices con las “plant forward diets”.  Por aquí te dejo uno de sus artículos (Dulce habla español por si consideras contratar una Chef personal) 👇

📌 https://www.dulcearomas.com/post/for-the-love-of-cooking-by-chef-dulce

Semana 6: ¡Celebra tus cambios!

Semana 6: ¡Celebra tus cambios!

A estas alturas, ya estás empezando a ver cambios en tus hábitos y a sentirte diferente. Tal vez tengas más energía y menos hinchazón, tal vez tus amigos te han dicho que “luces diferente” o que tu piel “brilla”…

Reconocerte por tu éxito, es un acto de amor propio que te mantiene en el rumbo deseado, porque ya tienes evidencia de lo que es posible para ti si te comprometes y que puedes seguir haciéndolo sostenidamente. En esta etapa es donde empezarás a vivenciar la importancia de la constancia y ritmo de tus  recientes rutinas.

¿Qué tal estas sugerencias para celebrarte?

  • Cómprate una nueva prenda de vestir, por ejemplo unos leggins para hacer yoga, seguro lucirán espectacular en ti con unas libritas menos.
  • Mira una película en Netflix o YouTube relacionada con comida, te sugiero Ten Foot Journey (Un viaje de 10 metros).

🎥🍿 https://www.youtube.com/watch?v=EbWXlMbrURw

  • Sal a dar un paseo al aire libre con un amigo y compartan un postre, así se dividen las calorías y recibes un gran abrazo por tu progreso.
  • Prepárate un smoothie verde delicioso o un cóctel sin alcohol.
  • Tómate una foto frente al espejo para registrar tu progreso y luego compártela con los amigos cercanos que te han estado apoyando en tu proceso o en tus redes sociales.

Si este plan de 6 semanas te parece viable, entonces te invito a que juntos creemos tu plan estratégico sostenible de alimentación, basado en metas alcanzables, aceptación de tus limitaciones, mindfulness y coaching enfocado.

YO CREO EN TI, SE QUE PUEDES, Y HACERLO JUNTOS ES MEJOR!

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